Fue historia: Pablo Marino


Como todos saben, la temporada 1996/97 fue histórica para Ben Hur. No sólo porque el club logró el inolvidable ascenso al Torneo Argentino “A” en fĆŗtbol, sino tambiĆ©n (?) por la llegada de Pablo Daniel Marino al plantel de bĆ”squet de la BH. Bueno, en realidad no fue tan asĆ­. Era el segundo aƱo del club compitiendo en el Torneo Nacional de Ascenso y, luego de una primera campaƱa siendo la gran revelación de la categorĆ­a, el Lobo apostaba por repetir el gran nivel mostrado el aƱo anterior pero sin tirar tanta manteca al techo. La conformación del equipo tendrĆ­a varias novedades. Y quizĆ”s este sea un buen ejemplo que ilustra la famosa frase de que “lo barato sale caro”. En primer lugar, los dirigentes contrataron al entrenador cordobĆ©s Ɓngel MuƱeco Gallardo para reemplazar a Oscar Zanuzzi, alegando que se buscaba un coach con mayor disponibilidad para con el plantel. Algo que, al parecer, Cacho no podĆ­a garantizar ya que tenĆ­a otras obligaciones en Sunchales segĆŗn los rumores de la Ć©poca. En cambio, los que sĆ­ iban a continuar eran Pablo Nocioni, Waldemar Cardona, Miguel Ceragioli y los hermanos Luis y JosĆ© Gianotti, todos “sobrevivientes” del tĆ­tulo de la Liga Federativa “C” un aƱo y medio antes. A partir de esta base, mĆ”s algunos juveniles, habĆ­a que construir el equipo. AsĆ­ fue como llegaron los primeros refuerzos a mediados de agosto del '96: el armador AndrĆ©s Del Sol, ex Deportivo Valle Inferior en Liga Nacional y Mauricio Pedemonte, un alero explosivo proveniente de Mendoza de Regatas. Dos incorporaciones de gran calidad en puestos estratĆ©gicos. AdemĆ”s, Gallardo se trajo de su Villa MarĆ­a natal al pibe Franco Moral como apuesta en el banco de relevos. Pero un problema no menor serĆ­a en cuanto al cupo extranjero en la posición de centro. Todos querĆ­an la continuidad de Frederick West, pero el MurciĆ©lago habĆ­a aceptado una oferta para jugar en Chile al tĆ©rmino de la temporada anterior. La opción era esperarlo un par de meses con un sustituto provisorio o barajar otras alternativas (las principales serĆ­an el veterano Donald Jones, que reciĆ©n arribarĆ­a a la BH en 2000, o un tal Anthony White). Se decidió por la primera y por eso todo salió como el culo llegó Duane Carter. El tema es que este morocho de 2,01 metros de altura, del cual sólo se sabĆ­a que venĆ­a de jugar la NCAA en la Universidad de Santa Barbara, ni siquiera dejó una buena impresión en los partidos de preparación contra Gimnasia de La Plata y Echagüe de ParanĆ”. Carter parecĆ­a demasiado malo light jugando defensa y fue cortado despuĆ©s de la primera fecha del torneo. Todo esto hizo que la llegada de nuestro homenajeado pase a un segundo plano. “¿QuiĆ©n carajo es Pablo Daniel Marino?”, se preguntaron muchos. No, no era pariente de Dan Marino, aquel mariscal de campo de los Miami Dolphins y que aparecĆ­a actuando con Jim Carrey en la pelĆ­cula Ace Ventura. Se trataba de un pivot de 2,04 metros nacido el 19 de enero de 1976 en Capital Federal. ProvenĆ­a de PeƱarol de Mar del Plata, equipo donde habĆ­a debutado en Liga Nacional y consiguió el subcampeonato Panamericano de Clubes, siendo compaƱero de Pichi Campana, el Gallo Esteban PĆ©rez y Marcelo Richotti, entre otros ilustres. Pero quizĆ”s el antecedente que mĆ”s ilusionaba a todos era su presencia en el plantel del combinado nacional subcampeón sudamericano en 1995. Si bien su citación llegó por las dificultades
Marino integrando el Seleccionado nacional subcampeón sudamericano del '95.

que tuvo el seleccionador Guillermo Vecchio para armar el equipo -la Liga Nacional disputaba los
playoffs despuĆ©s de una postergación por los Juegos Panamericanos-, Marino pudo cumplir el sueƱo del pibe y ponerse la pilcha albiceleste. AdemĆ”s, con sólo dieciocho aƱos, habĆ­a integrado el Seleccionado juvenil campeón invicto en Oruro, Bolivia, a mediados del 94. Sin demasiado protagonismo, para variar, allĆ­ fue compaƱero de futuros jugadores benhurenses: Leo GutiĆ©rrez, Leandro Palladino y MartĆ­n Budding. La cuestión es que la BH y Pablito tuvieron un debut para el olvido el viernes 27 de septiembre de 1996. Newell's le dio una paliza inesperada a los dirigidos por Gallardo con un contundente 103-80 en el estadio 17 de Junio, en el regreso del Gringo Garello a Rafaela pero con la musculosa leprosa. Malru Dottin, que luego jugarĆ­a en Libertad, se hizo un festĆ­n con Carter (10 puntos en los 32 minutos que duró su estadĆ­a en barrio Mosconi) y todos los internos de Ben Hur. Marino sólo permaneció en cancha tres mĆ­seros minutos y contribuyó (?) con un punto desde la lĆ­nea de libres. La categórica derrota encendió las alarmas en dirigentes y cuerpo tĆ©cnico. En la semana le pegaron un voleo en el orto cortaron a Carter y cerraron el arribo de Clarence Mamita Hanley, ex Boca Juniors y veterano de seis temporadas en Liga Nacional. HabĆ­a que fortalecer la pintura y los movimientos surtieron efecto. Sin sobrarle nada, la BH obtuvo su primer triunfo ante el dĆ©bil Santa Paula en GĆ”lvez por 79 a 76. Del Sol y Pedemonte con 19 puntos, fueron los lĆ­deres del goleo benhurense, pero la clave estuvo en el gran desempeƱo de Nocioni (18 tantos y 9 rebotes) y Hanley (11 puntos en 26 minutos) en ambos trapecios. Eso sĆ­, nuestro homenajeado no pisó el parquet ni un sólo segundo... La buena racha continuó ante La Unión como local (101-87) y contra Echagüe en ParanĆ” (73-71, donde Marino anotó su primer tiro de campo). Sin embargo en la quinta fecha, ante Instituto de Córdoba en el gimnasio de calle Saavedra, volvieron las dudas. Los de Gallardo controlaron el trĆ”mite del juego durante la mayor parte del encuentro -hasta teniendo una mĆ”xima de diecisiete puntos de diferencia- pero el equipo nunca pudo contener a Dwight McCray, quien se despachó con 36 puntos, incluidos los dos libres que definieron el partido. Esa fue la carta de presentación que enamoró a todos los que vimos al Chila por primera vez aquella noche y luego pudimos disfrutar en dos ciclos con la casaca del gladiador. “Ese McCray come carne cruda”, fue una frase del Huevo SĆ”nchez -un par de aƱos mĆ”s tarde- que muy bien se amoldaba para resumir la performance del morocho en aquel partido. ¿Y Marino? Bien, gracias. El ex PeƱarol no vio minutos por segunda ocasión en la temporada y prosiguió teniendo un rol menor en el resto del semestre en la Zona Norte. Ben Hur cerró una buena primera fase, con un rĆ©cord de 9 triunfos y 5 caĆ­das, finalizando segundo detrĆ”s de Ƒuls y clasificando al TNA-1. Nada mal despuĆ©s de un arranque bastante irregular. La segunda etapa tambiĆ©n comenzó con un inexplicable bajón del equipo. En la primera jornada volvió a tocar Newell's en Rosario y el Lobo dejó escapar la victoria por la mĆ­nima -94 a 93- un cotejo que lo tenĆ­a casi en el bolsillo (al frente 74-59 entrando al Ćŗltimo cuarto). Lo positivo (?) fue la buena producción de Marino, anotando 8 puntos en veinticuatro minutos, sus mejores nĆŗmeros en lo que iba del torneo. La semana siguiente se produjo otra derrota dolorosa. En barrio Mosconi, la BH perdió ante el complicado Independiente de NeuquĆ©n por 102-99 en tiempo suplementario, en un juego durĆ­simo y cambiante. Nuestro homenajeado fue clave para defender al extranjero patagónico, Willie Ladson, y aportó 4 puntitos en veinte minutos. El equipo en su conjunto no pasaba su mejor momento, pero lo Ćŗnico rescatable eran las buenas (?) actuaciones de Marino que comenzaba a adquirir un rol mĆ”s protagónico. Esa primera rueda del TNA-1 Ben Hur la finalizó con un rĆ©cord de 3-4 y complicaba sus chances de cara a los playoffs. La reacción llegó a tiempo, con una racha de 6-1 (el Ćŗnico traspiĆ© fue en Córdoba ante Instituto) en el tramo decisivo, para finalizar segundo en la tabla de posiciones por detrĆ”s del gran candidato Belgrano de San NicolĆ”s. A la par, Marino continuó mejorando sus estadĆ­sticas. Marcó 13 tantos, con un 6 de 6 (!) en tiros de campo, en el triunfazo ante Ƒuls en Rafaela (96-88) y 11 puntos en el Ruca Che de NeuquĆ©n frente a Independiente (victoria 99 a 89 en suplementario). Ese gran sprint final sirvió para aferrarse al segundo puesto en el TNA-1 y esperar con tranquilidad en cuartos con ventaja de localĆ­a (condición que se aseguraba inclusive hasta en una hipotĆ©tica semifinal). El primer rival en playoffs saldrĆ­a del ganador de la reclasificación entre Deportivo Valle Inferior de Viedma -sĆ©ptimo del TNA-1- y Libertad de Sunchales -segundo del TNA-2-. HabĆ­a olor a clĆ”sico lechero y asĆ­ fue. El caƱonero eliminó a los rionegrinos con facilidad y el viernes 11 de abril se disputó el primer juego de la serie en un 17 de Junio a explotar con un duelo de hinchadas bien picante. La BH pegó primero y ganó un primer round cerrado por 84 a 79, de la mano de Mamita Hanley (20 puntos) y PipĆ­o Pedemonte (24 tantos). Dos dĆ­as mĆ”s tarde el Lobo volvió a derrotar al gatito comilón tigre sunchalense por otro ajustado 83-81, gracias a los 24 puntos de Wally Cardona. AsĆ­ Ben Hur puso la serie match point. HabĆ­a que definirlo en Sunchales. Pero Libertad reaccionó en el juego tres (98-90) y estiró la agonĆ­a. Gallardo sabĆ­a que debĆ­an cerrar la serie lo antes posible y no llegar a un quinto juego cargado de tensión. Hasta allĆ­, Marino habĆ­a sido titular en todos los partidos anotando sólo 9 puntos en total pero haciendo el trabajo sucio en los tableros para defender a Dexter Bailey. En el cuarto juego, Hanley fue de centro reemplazando a Marino y Pedemonte pasó de ala-pivot. La estrategia resultó. PipĆ­o tuvo una noche monstruosa con 30 puntos, seguido por Del Sol con 24 y Mamita con 21 en el Ć©pico triunfo 97 a 94 en el Hogar de los Tigres. AdemĆ”s anularon a Bailey y el Chino BenĆ­tez en uno de los encuentros mĆ”s chivos de la temporada. Ben Hur alcanzaba las semis con un envión anĆ­mico tremendo. Ahora era el turno de Newell's, a esa altura otro rival sĆŗper conocido por los cuatro parejos antecedentes de la primera y segunda fase. Con Marino otra vez desde el arranque como pivot, la BH se quedó, con cierta holgura, con el primer juego en Rafaela: 93 a 82. La ilusión de poder llegar a una final por el ascenso era incontenible. Sin embargo, la Lepra ajustó su defensa y se llevó el segundo chico por 82 a 74, a pesar de que al mediotiempo el Lobo estaba al frente por siete. El duelo se trasladó, una semana mĆ”s tarde, a Rosario. El tercer capĆ­tulo fue otro encuentro parejĆ­simo, de palo y palo. Entrando al Ćŗltimo cuarto, Ben Hur se puso al frente 52 a 50. Hanley tuvo una actuación sobresaliente, con 23 puntos y 8 rebotes que no fueron suficientes para detener a un Dottin inspiradĆ­simo en el final. Newell's se puso 2-1 y a la BH en jaque. Ahora era un win or go home para los pupilos (?) de Gallardo. Ante cuatro mil personas en el estadio cubierto Claudio Newell, el Lobo puso lo que habĆ­a que poner para devolver la serie al 17 de Junio. Hanley, Cardona, Pedemonte y Del Sol terminaron en dobles dĆ­gitos, PipĆ­o clavó 11 de 12 en dobles y el equipo superó a su rival 29 a 17 en rebotes. Hasta Marino se lució saliendo desde la banca, contribuyendo con 8 puntos en 19 minutos. Ben Hur empardó la serie con un formidable 91 a 81. Llegaba la gran oportunidad de desquitarse de la dolorosa barrida en las semis del aƱo anterior, ante Obras Sanitarias. Mil trescientas almas coparon el gimnasio de calle Saavedra y lo convirtieron, una vez mĆ”s, en una olla a presión. Los primeros tres perĆ­odos, el Lobo tuvo una actuación casi perfecta. Buen reparto de goleo, con Del Sol y Pedemonte como estandartes, y gran defensa para secar a los rosarinos. La ventaja de doce alcanzada en el primer cuarto (33-21) se mantuvo hasta los Ćŗltimos diez minutos del partido (71-59). Todo era una fiesta. Pero el gran desgaste benhurense y el ajuste en ambos costados de Pablo D'Angelo dieron sus frutos para la recuperación de la visita. Ƒuls ganó el Ćŗltimo cuarto 21 a 9 y empardó el trĆ”mite en 80 para mandar la definición al suplementario. No se podĆ­a creer. Otra vez a un tiempo extra, como un aƱo antes en el fatĆ­dico tercer juego frente a Obras. El agotamiento de Del Sol (que no tuvo descanso en los Ćŗltimos dos encuentros) y el problema de faltas de Hanley y Nocioni terminaron por hundir las ilusiones de un equipo que se fue quedando sin energĆ­as en el tramo decisivo. Dottin estuvo en llamas y finiquitó el pleito alcanzando los 35 puntos, en el 96 a 92 final con el que Newell's se llevó la serie. Ben Hur se quedó otra vez en las puertas del ascenso. QuedarĆ­a la sensación de que el plantel era corto, con poca profundidad de banca y escasa rotación que pudiese aliviar la carga de minutos del quinteto titular. Los aƱos siguientes, pasar la barrera de semifinales se convertirĆ­a en un karma que solo superarĆ­a en 2002, el histórico aƱo de la promoción a la Liga Nacional. Encima Ƒuls serĆ­a barrido 3 a 0 ante Belgrano de San NicolĆ”s, en la final, y tambiĆ©n caerĆ­a en el repechaje ante Obras. Cuando la dirigencia, en conjunto
Marino en Central Entrerriano modelo 97/98, siendo compaƱero de Posetto y Legaria.

con el cuerpo técnico, comenzó la planificación del plantel para la siguiente temporada, uno de los nombres que ya no se tendrían en cuenta era el de Pablo Marino. Así, el siguiente torneo, el pivot porteño arregló con Central Entrerriano de Gualeguaychú. Allí permanecería dos años, siendo compañero de plantel del Nano Posetto y Raymundo Legaria primero y Pipío Pedemonte mÔs tarde. En la 98/99, los entrerrianos accederían a la final por el ascenso después de eliminar a Independiente de ZÔrate en semis. En las finales se enfrentaron a Quilmes de Mar del Plata (integrado por Storani y Delset), equipo que había dejado en el camino al Ben Hur de Narvarte. En una de las pecheadas series por el ascenso mÔs espectaculares, los marplatenses dieron vuelta un 0-2 para derrotar a Central Entrerriano en cinco juegos y así volver a la Liga Nacional. AdemÔs, los de Gualeguaychú también caerían en el repechaje-promoción ante Olimpia de Venado Tuerto. Después de esto nada se sabe de lo que aconteció con Pablo Daniel Marino. No existen registros de que haya proseguido su carrera disputando el TNA o la Liga Nacional de BÔsquet en Argentina, o tal vez alguna liga de otro país. Su resumen en el lustro que abarcó su carrera profesional fue tan efímero como secundario. Asumió un rol menor en todos los planteles que integró, pero siempre siendo una rueda de auxilio y efectuando el "trabajo sucio" en el costado defensivo. Papel que no se destaca pero que es de gran importancia en cualquier deporte colectivo. Sus números finales en su paso por barrio Mosconi fueron de igual manera discretos. Se sintetizan en 34 juegos disputados, con un promedio de 14,9 minutos en cancha y 3,4 puntos por partido.

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