Fue historia: Adalberto Pozzi


En el fĆŗtbol argentino, el apodo de “Beto” es sinónimo de grandes jugadores. Alonso, MĆ”rcico y Acosta, entre tantos otros, se han destacado por su jerarquĆ­a. Ben Hur tuvo al suyo, aunque su historia en el club tenga mĆ”s relevancia en su rol como rival que el que efectivamente desempeñó siendo integrante del plantel de la temporada 2002/03 del Torneo Argentino “A”. Su nombre tampoco es Alberto o Norberto. Hablamos de Adalberto Ɓngel Pozzi. Nacido en un pequeƱo pueblo del sur provincial, Villa Mugueta, el Beto forjó una zurda inmortal sus primeros pasos en el mundo del fĆŗtbol en el Club AtlĆ©tico Eduardo Hertz de esa localidad. Sus dotes futbolĆ­sticos eran tales que ya con solo 14 aƱos debutó con la casaca de este equipo -similar a la de Boca- en la primera división de la Liga Deportiva del Sur. PodrĆ­amos decir que era un joven precoz prodigio. Poco despuĆ©s, Pozzi pasó a jugar la vecina Liga Casildense en el AtlĆ©tico ChabĆ”s donde se transformarĆ­a en Ć­dolo indiscutible. En este club se consagró campeón del torneo domĆ©stico en 1992 y a partir de allĆ­ su nombre se transformó en leyenda. A mediados de los '90, el rosarino Juan Carlos ElĆ­as lo convenció de que estaba para algo mĆ”s y se lo llevó a Almirante Brown de Arrecifes. El club del norte bonaerense, gracias a la billetera de su entonces presidente Luis Enrique MenĆ©ndez -dueƱo de la empresa de capitalización y ahorro La Primera Alborada-, comenzó un meteórico proyecto que tenĆ­a como objetivo final llegar a la mĆ”xima categorĆ­a del fĆŗtbol argentino. Y a la vista de los hechos, estuvieron bastante cerca de lograrlo. Los arrecifeƱos, mĆ”s acostumbrados al mundo tuerca, lograron en un lapso de dos aƱos salir de la liga local hasta ascender al viejo Nacional “B”. Y allĆ­ se dio el primer encuentro entre nuestro homenajeado y la BH. Fue el 25 de mayo de 1997 cuando, por la cuarta fecha del pentagonal final del Argentino “A”, Ben Hur derrotó a Brown por 2 a 1 como visitante. El equipo de HĆ©ctor Rudi Viotti llegaba con el envión del reciente ascenso desde el Argentino “B” y, gracias a la reglamentación de la Ć©poca, el campeón de aquel torneo automĆ”ticamente se sumaba a la fase final del Argentino “A” en busca de un pasaje exprĆ©s a la “B” Nacional. Esa tarde en el estadio Municipal de Arrecifes, Marcelo López y DamiĆ”n Andermatten anotaron los dos goles del Lobo y Paco Gerold fue la gran figura de la cancha al taparle un penal a Enrique ChĆ”vez. Sin embargo, el conjunto bonaerense reclamarĆ­a los puntos por la mala inclusión de Hugo Ficetto en el cuadro rafaelino. Y, al igual que una semana antes frente a Villa Mitre (empate 1-1 en el Parque con gol del Tony Zorzenón) donde los bahienses habĆ­an pedido los puntos por la incorrecta utilización de Ostapiuk, el Consejo Federal le otorgó la victoria en el escritorio. De mĆ”s estĆ” decir que la “información” de la situación contractual de ambos jugadores partió desde la propia ciudad de Rafaela y, para ser mĆ”s precisos, de un barrio donde veĆ­an con mucho temor un posible ascenso meteórico del Lobo al fĆŗtbol de AFA... De poco sirvió sumar las siguientes seis unidades como local (5 a 1 a Germinal de Rawson y 1-0 sobre Ex Alumnos de OberĆ”); esas dos “derrotas” de oficio dejaron malherido el sueƱo de dar el gran paso a la segunda categorĆ­a del fĆŗtbol argentino. La estocada final, aunque matemĆ”ticamente ya no habĆ­a posibilidades por la derrota en BahĆ­a Blanca una semana antes, se dio el sĆ”bado 28 de junio en el sur de la ciudad. La frĆ­a tarde presagiaba un desenlace que el hincha de Ben Hur querĆ­a evitar por todos los medios: el ascenso de los arrecifeƱos al Nacional “B” y la vuelta olĆ­mpica en el Parque. Con un triunfo mĆ”s, los verdinegros se asegurarĆ­an un lugar en la segunda división del fĆŗtbol argentino a falta de una fecha. Viotti no se guardó nada y alistó a Gerold en el arco; Juan Centurión, Chueco Clemenz, Juan Luis Verón y Gaby Veronesse en el fondo; Chivo Mansilla, Diego Quiroga, Pini Giusta y el Mago López como mediocampistas; Samuel Ingaramo y Zorzenón
Posando en el estadio Parque, la tarde del ascenso de Almirante Brown ante Ben Hur en 1997.

en la delantera. Rodolfo Motta, como era de esperar, tambiĆ©n puso toda la carne en el asador a pesar de que en la Ćŗltima jornada podĆ­a definir la historia en casa contra el dĆ©bil conjunto misionero. CĆ©sar Jaime; Walter Chazarreta, Leonardo Viana Beledo, JuliĆ”n Aranzadi y Walter Medina; Carlos Masuero, Lucio Ramos, el Beto Pozzi y Ceferino DĆ­az; Flavio Pelichia y Pedro GalvĆ”n fueron los once elegidos por la visita. El partido fue caliente y con mucha pierna fuerte. Cuando todo se encaminaba a una igualdad sin goles, el Ć”rbitro Atilio Eliseo Sanabria (de un prontuario extenso y controvertido) sancionó penal de la Bruja Verón justamente sobre Pozzi. Iban veintisĆ©is minutos del complemento cuando Pelichia marcó el 1 a 0 desde los doce pasos que serĆ­a inamovible. Ni siquiera la expulsión, sobre el final del encuentro, de Ramos por doble amonestación permitió torcer la historia. El pitazo final hizo que el centenar de arrecifeƱos que coparon la popular lateral este se fundan en abrazos con sus jugadores. Del otro lado quedarĆ­a una desazón que con el tiempo se transformarĆ­a en bronca. El triunfo, una semana despuĆ©s, en Chubut ante Germinal (gol de Zorzenón) dejó la sensación de que el ascenso se escapó por esos dos groseros errores administrativos -y la mala leche nefasta complicidad de un club de nuestra ciudad-. Ostapiuk y Ficetto tenĆ­an sus contratos vencidos al cabo de la finalización del Argentino “B” y no podĆ­an ser incluidos en el pentagonal final. A partir de allĆ­, en las siguientes temporadas La Barra del Sur no perderĆ­a oportunidad de entonar una canción dedicada al club bonaerense. Al ritmo de Samba Reggae del jamaiquino Jimmy Cliff, el cĆ”ntico se transformó en un hit de la Ć©poca: “Arrecifes yo no me olvidĆ©, cuando no pudimos ascender... La venganza pronto va a llegar, ¡al descenso te vamo' a mandar! Los del Verde son todos putos, los del Verde son todos putos...”. Claro estĆ” que la venganza nunca llegó. Almirante Brown permaneció hasta 2003 en la Primera “B” Nacional, cuando se acabó la plata dulce de MenĆ©ndez y La Primera Alborada. La caĆ­da fue tan pronunciada que en menos de dos aƱos este club tambiĆ©n descenderĆ­a en el Argentino “A” y el “B” y volverĆ­a a la Liga de origen. Por su parte Pozzi, una de las figuras de aquel plantel campeón, renovarĆ­a en Almirante Brown para disputar la dos primeras temporadas en la segunda divisional. Para la 99/2000, por intermedio de su representante Ɓngel EspiƱo, pasó a Tigre. En el conjunto de Victoria compartirĆ­a vestuarios con el manco arquero Luciano Busso, otro que en el futuro pasarĆ­a por barrio Parque Ilolay. En ese torneo el enganche de Villa Mugueta disputarĆ­a una veintena de partidos (sin marcar goles), pero perderĆ­a el protagonismo ganado en Arrecifes. Por eso no dudó en aceptar la oferta de HuracĆ”n de Tres Arroyos y asĆ­ disputar nuevamente el Argentino “A”, a comienzos de 2001. Y precisamente el Globito serĆ­a otro de los equipos que le arrebatarĆ­a un ascenso a la BH. En aquel recordado hexagonal final, el equipo dirigido por Hugo Tenaglia derrotarĆ­a a Ben Hur por 2 a 1 en Rafaela la tarde del domingo 8 de julio, por la penĆŗltima fecha. El Lobo se habĆ­a puesto en ventaja con un golazo de Zorzenón pero, antes del final del primer tiempo, el delincuente Ć”rbitro expulsó a Vaca por simulación y el conjunto del Gordo Palma se desmoronó emocionalmente en el complemento. Una semana mĆ”s tarde, HuracĆ”n se asegurarĆ­a el ascenso venciendo como local a Cultural Argentino de General Pico por 2 a 0. Sin embargo, el Beto Pozzi habĆ­a dejado el equipo tresarroyense al concluir la primera fase del torneo y no pudo protagonizar una nueva vuelta olĆ­mpica. Pero para los registros dejarĆ­a su marca con un excelso gol de vaselina en San Juan ante Juventud Alianza, en la decimosexta fecha del torneo. Su destino serĆ­a el Deportivo Cuenca y la economĆ­a dolarizada de Ecuador. Con este club, que se encontraba disputando la Serie B del fĆŗtbol ecuatoriano, obtendrĆ­a nuevamente un ascenso -a la mĆ”xima divisional- siendo una vez mĆ”s figura principal. El Beto dejarĆ­a su sello con un gol en el partido definitorio ante la Unión Deportiva Juvenil de QuinindĆ© en octubre de aquel 2001. Al aƱo siguiente serĆ­a contratado por el Santa Rita, otro club de la segunda división de Ecuador previo a su arribo a Ben Hur a principios de 2003. Llegó, ya sin su melena ruluda y maradoniana de fines de los '90, en plena pretemporada previo al arranque del Clausura de la Región Centro del Argentino “A”. La BH arrastraba un irregular torneo Apertura, donde no habĆ­a podido clasificar a los cuartos de final. Nadie suponĆ­a el complejo panorama que se vendrĆ­a. Daniel Veronesse habĆ­a solicitado refuerzos para afrontar el siguiente semestre, con el objetivo de pelear definitivamente el ascenso. AsĆ­ llegó Pozzi, buscando ser una variante mĆ”s en la creación de juego y poder pelearle un puesto a Cristian Giaccomini (titular indiscutible) y el pechofrĆ­o MartĆ­n Di Diego. Sus primeros minutos de fĆŗtbol fueron en uno de los amistosos veraniegos ante AtlĆ©tico. El Beto tuvo la oportunidad de mostrarse en el equipo alternativo que paró Veronesse la noche del jueves 23 de enero en barrio Parque Ilolay. MartĆ­n SanchĆ­s; Gonzalo Erni, Juan Ignacio Otal y Silvio Van Langenhove; Ariel Windey, Facundo RodrĆ­guez, DamiĆ”n Andermatten, Di Diego y Pozzi; JosĆ© Luis Marzo y Zorzenón, fue la alienación que derrotó a los putos suplentes cremosos por 1 a 0. Lo mĆ”s destacado de aquel cotejo preparatorio no fueron las gambetas de nuestro homenajeado. MĆ”s bien lo curioso fue que el Ćŗnico tanto lo anotó el Loco Marzo -a Barovero- sobre el final del encuentro, y tras una fuerte discusión de varios minutos en donde el delantero se enojó con uno de los jueces asistentes por un supuesto offside. El entrerriano reaccionó tirĆ”ndole un pelotazo al lineman y el Ć”rbitro Silvio Ruiz le pidió a Veronesse que sustituya al goleador. Sin embargo, el DT respondió que ya no tenĆ­a mĆ”s cambios y todo siguió como si nada... Una de las situaciones mĆ”s bizarras jamĆ”s contada. La primera fecha del Clausura comenzó con una goleada espectacular sobre ƑuƱorco, por 4 a 2 como local. Giaccomini, autor de un hat trick, fue la gran figura del partido. Siete dĆ­as mĆ”s tarde, el triunfo ante General Paz Juniors por 3 a 1 le ponĆ­a la chapa de gran
Pozzi en sus pasos por Tigre, Deportivo Cuenca (Ecuador), HuracƔn de Tres Arroyos y AtlƩtico ChabƔs.

candidato al Lobo. Pero pocos pensaron en la debacle que se avecinaba. Cinco derrotas al hilo dejaron a Ben Hur al borde de la promoción y a Daniel Veronesse sin trabajo. Trullet asumió, como un bombero para apagar un incendio, a tres fechas del final. La igualdad ante Tiro Federal de Rosario y las dos victorias finales -una de ellas el recordado 5 a 1 en el cajón de manzanas clĆ”sico ante el “9”- llevaron paz y la salvación. En esta ocasión, el Beto no fue el amuleto para conseguir el ansiado ascenso, como sucedió en Arrecifes, Tres Arroyos y Ecuador. El volante jugó en seis de las diez fechas que disputó el equipo en aquel nefasto Clausura. Sólo fue titular en dos cotejos, en el clĆ”sico de la cuarta jornada ante 9 de Julio en el Parque (derrota 0-1) y en TucumĆ”n ante ƑuƱorco por el interzonal de la sexta fecha (caĆ­da 0-2, donde fue reemplazado por Balmaceda). Luego se lo recuerda ingresando en el arranque del segundo tiempo por Juan Manuel Suligoy en el 1-3 frente a Racing en Córdoba (quinta jornada) y sustituyendo a Facundo RodrĆ­guez en el complemento del 0-2 tambiĆ©n en la Docta pero ante Juniors (sĆ©ptima fecha). Lejos estuvo de evocar sus grandes rendimientos que lo hicieron conocido en la divisional. Su paso fue fugaz y casi inadvertido. QuizĆ”s lo mĆ”s destacado fue aquel peligroso remate desde fuera del Ć”rea que rechazó Gianotti en el choque ante el Feriado, en barrio Parque, cuando el encuentro todavĆ­a estaba igualado en cero. Al tĆ©rmino del campeonato, Trullet lo puso en la lista de jugadores prescindibles. Unos meses despuĆ©s recibió el llamado de su querido AtlĆ©tico ChabĆ”s. Con 33 aƱos, el Beto comenzaba a cerrar su carrera futbolĆ­stica. Volvió a consagrarse campeón de la Liga Casildense ese mismo aƱo y repetirĆ­a en 2006, en esa oportunidad con el tucumano Silvio DĆ­az de compaƱero. Luego colgó los botines y se hizo cargo del equipo como entrenador. Se mantuvo como DT unos aƱos, logrando un subcampeonato liguista en 2009. Como dijimos al principio, en el sur provincial es Ć­dolo indiscutido y lo recuerdan tambiĆ©n como El Mago de Mugueta. Desde hace un tiempo Pozzi vive en Bariloche, "
la ciudad mÔs linda del mundo" según sus palabras. "AcÔ son muy apasionados del futsal, deporte que me prendo siempre. AdemÔs, vendo ropa deportiva y mucha gente relacionada al fútbol son mis clientes" sostuvo el ex futbolista en una reciente entrevista. En noviembre de 2020 asumió como entrenador de la tercera división del Estudiantes Unidos barilochense, para así seguir ligado al fútbol. Su derecha prodigiosa (?) no pudo deslumbrar ni hacer algún truco de magia en Rafaela. Tal vez porque el contexto de resultados adversos y un equipo contrariado en su rendimiento no lo beneficiaron. Lamentablemente, no fue nuestro Beto Alonso o Beto MÔrcico. Sólo un jugador mÔs.

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