Fue historia: Carlos Vicente

PodrĆ­a estar en el top 5 de las peores incorporaciones de Ben Hur en su paso por la “B” Nacional, aunque la gran cantidad de picapiedras que llegaron despuĆ©s de Ć©l lo exoneran (?). Nos referimos a Carlos Guillermo Vicente, alias el “Hijo del Viento” (!) o simplemente “Carlitos”. Nacido el 18 de julio de 1979 en Posadas, resulta un milagro interesante cómo se dio su llegada a barrio Parque Ilolay para jugar nada menos que en la segunda división del fĆŗtbol argentino. Pero, como hacemos siempre, empezaremos de manera cronológica. Producto de las divisiones inferiores de GuaranĆ­ Antonio Franco, Vicente debutó en la primera del Franjeado con diecisiete aƱos. DespuĆ©s de un par de temporadas, en 1999 pasarĆ­a a Tigre de Santo Pipó, club de un pueblito distante a 80 kilómetros de la capital misionera. Por aquel entonces, este humilde equipo dominaba la Liga PosadeƱa de FĆŗtbol, donde habĆ­a obtenido una veintena de tĆ­tulos locales y regionales en menos de una dĆ©cada. DespuĆ©s de un fallido intento un aƱo antes, Tigre de Santo Pipó incursionó una vez mĆ”s en el viejo Argentino “B”. Gracias al apoyo de la reconocida empresa yerbatera Rosamonte, el club se reforzó con algunos de los mejores futbolistas de la tierra colorada. Entre ellos se encontraba nuestro homenajeado, ya apodado por todos como el Hijo del Viento dada su gran agilidad y velocidad en el frente de ataque. Haciendo de local en la cancha del propio GuaranĆ­, el conjunto de Santo Pipó fue una verdadera sensación en aquel torneo y, despuĆ©s de recorrer mĆ”s de 25 mil kilómetros por todo el paĆ­s, alcanzó el cuadrangular final por el ascenso en el primer semestre de 2000. Disputaron 34 partidos, ganando 22 encuentros y sólo cayendo en siete. Un frenĆ©tico empate como local, 3 a 3 ante Liniers de BahĆ­a Blanca, le impidió alcanzar el soƱado ascenso al Argentino “A”. Para Carlitos fue la primera experiencia futbolĆ­stica a otro nivel (?), donde tuvo que experimentar las tĆ­picas artimaƱas futboleras del Interior profundo. Como la vez en la cual los recibieron en Laboulaye, Córdoba, con el vestuario visitante sin agua, mierda desparramada por todos lados y el precalentamiento lo tuvieron que hacer al lado de la popular local. Ah, en la noche previa al partido los cordobeses se deleitaron con una fiesta de fuegos artificiales frente al hotel en plena madrugada. Chupate una pija Copa Libertadores. En 2001 Vicente retornarĆ­a a su primer amor, GuaranĆ­ Antonio Franco. Ya hecho hombre (?), conquistarĆ­a la Liga PosadeƱa con el conjunto de la banda roja siendo figura. No sabemos bien cómo, pero en 2002 Gustavo Mascardi compró su pase y lo llevó a Ferro Carril Oeste, club por entonces gerenciado por este controvertido empresario y representante de jugadores. Los de Caballito navegaban en una crisis deportiva y económica tremenda pero en esa temporada pudieron volver a la “B” Nacional. De todos modos no hay registros de que haya podido jugar. Se dijo que Mascardi tambiĆ©n lo probó en Arsenal de SarandĆ­ y que estuvo a punto de irse al fĆŗtbol suizo. Pero algunas lesiones se lo impidieron. La realidad es que en 2003 se encontraba de vuelta en GuaranĆ­ pero terminó quedando libre. Bajoneado por esta situación, Carlitos pensó en dejar el fĆŗtbol. Sin embargo, tuvo la posibilidad de resurgir en AtlĆ©tico Candelaria logrando ser campeón del Argentino “B” en 2004 y siendo uno de los mĆ”ximos goleadores. Su gran momento lo vivió unos meses despuĆ©s, disputando el Argentino “A” donde los misioneros compartirĆ­an la Zona “Centro” junto a Ben Hur. “Es una muy buena vidriera, mĆ”s la zona que le tocó a Candelaria que son equipos de Santa Fe, Buenos Aires, provincias que tienen equipos en Primera A o Nacional B. Por ahĆ­ quiĆ©n te dice que el domingo no estuvo un representante de primera. Este torneo te sirve para pegar un salto”, se ilusionaba en los medios de su provincia. Y asĆ­ fue. En el primer duelo entre Candelaria y la BH, disputado el 19 de septiembre en Posadas por la segunda fecha, Vicente fue la figura del partido. El Lobo perdió 2 a 0, viendo como Carlitos anotaba el primer tanto del encuentro y resultó incontrolable para la defensa benhurense. AdemĆ”s fue a quiĆ©n le cometieron el penal que derivó en el gol del arquero GermĆ”n Caffa. Tras su gran actuación, Vicente vendió un poco de humo para los medios de Misiones: “Ellos nos subestimaron, pensaron que nos iban a pasar por arriba y por ahĆ­ no terminaron de demostrar lo que son. Cuando lo quisieron hacer, estaban con dos goles adentro”. El 24 de octubre se volvieron a ver las caras, pero esta vez Restelli, el Negro Paz y Sabia pudieron marcar mejor al movedizo delantero misionero que igualmente fue el mĆ”s peligroso de la visita. La BH se desquitó con un ajustado 2 a 1 (goles de la Chancha ZĆ”rate y Andermatten) para luego encaminarse a la conquista del Apertura. Para ese entonces, Trullet ya se habĆ­a enamorado (?) de la velocidad y los piques cortos del Hijo del Viento, considerĆ”ndolo una buena opción para hacer dupla con la Chancha. Por eso, a fines de 2004, lo pidió para reforzar el ataque con vistas al Clausura. Pero Vicente le dijo que no (¡gracias Barba!) y el que terminó arreglando fue un tal Claudio Fernando Bustos, goleador de Desamparados de San Juan. Justamente el 23 de enero de 2005, ya por el Clausura, el Rifle hizo su carta de presentación marcando 3 de los 6 goles con los que Ben Hur aplastó a Candelaria en el estadio Parque. Un lindo mensaje para Trullet y tambiĆ©n para nuestro homenajeado, que sólo tuvo una situación de gol en un mano a mano que resolvió muy bien Bertoya. A fines de febrero, se dio el Ćŗltimo choque en tierras coloradas y el Lobo volvió a hacerse fuerte
venciendo 2 a 1 (ZĆ”rate y Giaccomini los goleadores). Unos meses mĆ”s tarde, la BH se consagrarĆ­a campeón en la recordada serie final ante las mojarras Aldosivi de Mar del Plata. Para el gran desafĆ­o de la “B” Nacional, habĆ­a que rearmar el plantel sobre todo por las salidas de algunos referentes. Por ejemplo, en la delantera no estarĆ­an ZĆ”rate (de vuelta en Racing de Córdoba) y Cristian Giaccomini, que prosiguió su carrera en el Deportivo TĆ”chira de Venezuela. Pero el contexto económico ya no era el mejor, en pleno corralito de la Mutual, habĆ­a que hacer magia para contratar jugadores. Por eso Trullet debió conformarse con las opciones mĆ”s “accesibles” del mercado, en especial del Argentino “A”. AsĆ­ volvió a aparecer el nombre de Carlitos Vicente. Esta vez el Hijo del Viento no dejarĆ­a pasar la oportunidad y respondió al llamado del entrenador de Ben Hur. El misionero junto al jujeƱo Ariel FarfĆ”n (ex Talleres de Perico) y el Polaco Dobrik (proveniente de Juventud Unida de San Luis), fueron los primeros tres refuerzos que arrancaron la pretemporada el martes 14 de junio. MĆ”s adelante se sumarĆ­an el Gordo Gianfelice, el MĆ”quina Giampietri, Romay y Pipo Echagüe, entre otros. La histórica y frĆ­a noche del lunes 8 de agosto, en la cancha de Defensores de Belgrano, Ben Hur y Vicente hicieron su debut en la categorĆ­a ante Almagro. El equipo tuvo un primer tiempo flojĆ­simo y el Tricolor se fue al descanso ganando por la mĆ­nima. Con la desventaja en el marcador y teniendo en cuenta que Dobrik, ya amonestado, no podĆ­a parar ni siquiera un taxi en la avenida del Libertador, Trullet mandó a la cancha a Carlitos. Para las estadĆ­sticas quedarĆ” que fue el primer cambio que dispuso el Lobo en la nueva divisional. Sin embargo, el aporte del misionero fue prĆ”cticamente intrascendente en todo el complemento. ¿Para esto querĆ­as jugar en Ben Hur? La categórica derrota 0-3 hizo replantear algunas cosas al DT. Quien no estuviese a la altura, quedaba afuera. De todos modos, Vicente todavĆ­a tenĆ­a algo de crĆ©dito y fue suplente para los siguientes cuatro partidos. No ingresó en la igualdad ante Unión en el Parque y tampoco en los dos triunfos al hilo en Salta y Córdoba. Pero sĆ­ pudo ver minutos en el empate 1 a 1 contra el Tigre de Caruso Lombardi en el regreso al sur de nuestra ciudad. El posadeƱo entró para jugar el Ćŗltimo cuarto de hora en lugar de Romay y otra vez fue un fantasma pasó desapercibido. La jornada siguiente, en San Juan ante San MartĆ­n, nuevamente Carlitos sustituyó a Romay en los Ćŗltimos diez minutos de un aburrido 0 a 0. Al no tener los rendimientos esperados y con la urgencia de sumar puntos Trullet fue perdiendo la paciencia y lo relegó. Primero, probarĆ­a con Gianfelice y mĆ”s tarde con FarfĆ”n en el banco de relevos. Ninguno estuvo a la altura, obviamente. ReciĆ©n en la dĆ©cima fecha, ante Chacarita en San MartĆ­n, Vicente volverĆ­a a ser citado. Con el Funebrero arriba en el marcador, el misionero ingresó faltando quince, siempre como reemplazante de Romay. La idea era un manotazo de ahogado que, con su velocidad pudiese pescar algĆŗn pelotazo largo y asĆ­ generar peligro frente al arco defendido por Aguirre. Como no podĆ­a ser de otra manera, salió todo al revĆ©s. Con tiempo cumplido Drovandi, que habĆ­a ingresado dos minutos antes, sentenció el pleito. Al igual que el Polaco Dobrik, su Ćŗltima oportunidad llegó el 19 de noviembre en Florencio Varela. Esa tarde, Vicente fue por primera y Ćŗnica vez titular. A su lado estarĆ­a Gianfelice, en una dupla de ataque inusual pero se explicaba en que Romay estaba lesionado y Bustos arrastraba molestias. El primer tiempo de ambos equipos fue tan malo que lo mĆ”s interesante fue ver al volante japonĆ©s Akira Misu jugando en el Halcón. Ahora sĆ­, la paciencia de Trullet habĆ­a llegado a su fin. DespuĆ©s de sacar a Dobrik promediando la primera mitad, decidió en el entretiempo meter al Rifle por el misionero. La cosa no salió bien porque Defensa terminarĆ­a ganando 2 a 0 casi sin transpirar. Como si fuera poco, tanto Bustos como Paz verĆ­an la tarjeta roja a manos de Daniel Raffa y se venĆ­an dos partidos en menos de una semana: HuracĆ”n de Tres Arroyos y Ferro. AĆŗn con varios lesionados y sancionados, Trullet borró definitivamente al Hijo del Viento y optó por algunos jóvenes, como Lucas Lorenzatti y Luciano Varaldo. La BH terminarĆ­a aceptablemente ese segundo semestre, sumando 7 puntos sobre 12 posibles. Resulta paradójico que los tres primeros refuerzos para la “B” Nacional tambiĆ©n serĆ­an, seis meses mĆ”s tarde, los tres primeros en irse. El 3 de enero de 2006, para el comienzo de la pretemporada con vistas al Clausura, Trullet ya contaba con su reemplazante: una inerte barra de carbono Guillermo Maximiliano Ayala. En cambio, ese mismo dĆ­a, Carlitos se "cruzó de vereda" y comenzó a entrenarse en el predio de los Hermanos Maristas bajo las órdenes de Walter De Felippe. En el gatito comilón "9" compartirĆ­a vestuarios con la Pantera Wander de Almeida y recuperarĆ­a la confianza y algo del nivel que exhibió en el fĆŗtbol misionero. Jugando mĆ”s retrasado, casi como doble enganche, convirtió 8 goles y

así despertó el interés de Guillermo Brown de Puerto Madryn, uno de los grandes candidatos del Argentino "A". En enero de 2007, Carlitos desembarcó en Chubut (donde jugaba Ricardo Chipi Vera, otro ex BH) y el destino lo volvería a cruzar con Ben Hur. Los patagónicos habían perdido la chance del ascenso directo en una polémica serie con Independiente Rivadavia de Mendoza y ahora tenían una nueva oportunidad jugando la promoción ante el Lobo. La BH, con múltiples problemas económicos, tenía a Héctor Rudi Viotti como piloto de tormentas y llegaba a los tumbos y golpeado por el desempate perdido en Rosario contra Instituto. La serie, jugada entre el 9 y el 13 de julio, fue ampliamente favorable a Ben Hur en el marcador pero con una carga emotiva y de mucho sufrimiento. El conjunto de Viotti ganaría ambos partidos, el primero sacÔndole un invicto de 48 partidos como local a Brown (no perdían allí desde 2004) y goleando en la vuelta en el estadio Parque (3 a 0 gracias al doblete de Laucha Carrizo y el restante de Bustos). En la ida en Madryn, Vicente ingresaría a los 20 minutos del segundo tiempo sin poder torcer el resultado que tenía a la BH ganando 1 a 0 gracias al tanto de Echagüe. En su vuelta a Rafaela, Carlitos no tendría acción y presenciaría todo el partido desde el banco de suplentes, incluido el festejo -y desahogo- de los jugadores benhurenses. Esa fue su despedida del cuadro chubutense, donde no tuvo la continuidad deseada y no faltaron cortocircuitos con el técnico Darío Tempesta. "Me quiero ir, no quiero estar así. Las veces que entré, jugué de volante, y no es donde me siento cómodo. Desde que llegué nunca jugué de delantero", reclamó ante los medios de su provincia. La realidad es que Vicente jamÔs pudo demostrar sus cualidades (que las tenía) lejos de su tierra colorada. Le costó adaptarse en cada uno de los lugares donde estuvo. Tras un último intento en Juventud Unida de San Luis (Argentino "A" 2008/09), regresó a Misiones para jugar primero en Guaraní (compartió equipo con Claudio Santa Cruz) y mÔs tarde en Jorge Gibson Brown el Argentino "B". Luego de un breve retiro en 2016, volvió a la actividad para jugar un par de temporadas mÔs en La Picada, club de la Liga Posadeña. Hoy trabaja en su empresa dedicada al mantenimiento y la construcción, oficio que ya efectuaba en sus inicios futbolísticos. Su paso por barrio Parque se resumió en 136 minutos jugados, siendo titular en una sola oportunidad y con Ben Hur sin poder ganar ninguno de esos cinco encuentros.

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