Fue historia: Leonardo Mansilla


Si hubiĆ©semos armado una encuesta para establecer un ranking de las peores incorporaciones que tuvo el club en el Ćŗltimo cuarto de siglo, el nombre de Leonardo Ariel Mansilla estarĆ­a en el podio. No tenemos pruebas pero tampoco dudas. Nacido el 16 de marzo de 1977 en La Plata el Ruso, como se lo conocĆ­a por su nórdica figura, arribó a Ben Hur a mediados de 2006. Pero antes de centrarnos en los sinsabores que nos provocó su estadĆ­a en barrio Parque Ilolay, es menester (?) indagar en la historia que en definitiva lo depositó en el sur de nuestra ciudad. Mansilla heredó la pasión de su familia por Gimnasia y Esgrima de La Plata y asĆ­ comenzó desde pequeƱo en las inferiores del Lobo platense. Fue uno de los mĆ”s destacados de su categorĆ­a junto a GermĆ”n Noce, defensor de extensa trayectoria en diversos clubes. Su bautismo de fuego llegó casi de imprevisto, el 15 de julio de 1998 en Cochabamba, Bolivia, por el partido de ida de los octavos de final de la extinta Copa Conmebol. Tanto la dirigencia como el cuerpo tĆ©cnico, comandado por Carlos Timoteo Griguol, no se percataron del compromiso que debĆ­an afrontar por esta competencia internacional y el Tripero terminó improvisando una alineación de urgencia plagada de juveniles. Mario Griguol, primo del entrenador principal, se hizo cargo del muerto (?) y armó lo que pudo, con Marcelo Kobistyj como Ćŗnico futbolista profesional. Mansilla, que ya formaba parte del plantel de primera división, jugó de volante central y Gimnasia terminó rescatando un dignĆ­simo empate sin goles en la altura. Una semana despuĆ©s, todavĆ­a con el plantel superior de pretemporada en el exterior, los pibes del Lobo debieron dar la cara en el encuentro de vuelta en el Bosque platense. Encima Kobistyj, ya en conflicto desde hacĆ­a tiempo con los dirigentes, pidió la libertad de acción y asĆ­ Gimnasia tuvo que jugar con totalidad de juveniles. Wilstermann se puso en ventaja en el segundo tiempo, pero los pibes triperos con mucho amor propio lograron una agónica igualdad. ¿QuiĆ©n fue el hĆ©roe? SĆ­, Leonardo Ariel Mansilla, increĆ­ble pero real. En una arremetida en tiempo de descuento, el Ruso puso la paridad para llevar la serie a los penales. De todos modos los bolivianos ganarĆ­an 4 a 2 en la definición desde los doce pasos, aunque el reconocimiento para ese grupo de chicos no fue opacado por la eliminación. DespuĆ©s de estos cinco minutos de fama, Mansilla tuvo muy pocas posibilidades en el primer equipo en un plantel que compartió con nuestro querido Tony Bertoya. Debió esperar un tiempo para su debut oficial en la mĆ”xima categorĆ­a del fĆŗtbol argentino. Acontecimiento que ocurrió el 20 de febrero de 2000 por la segunda fecha del Torneo Clausura, en la victoria 2 a 0 sobre Ferro en el Bosque. El uruguayo Gregorio PĆ©rez confió en sus atributos para que el Ruso sea titular haciendo dupla central junto al veterano Jorge San Esteban. En total disputó nueve partidos (seis siendo titular), incluido el inolvidable e histórico 6 a 6 contra Colón de la sexta jornada. Pero mĆ”s tarde, con la vuelta de Timoteo a la conducción tĆ©cnica, Mansilla fue quedando relegado al punto de no tener minutos tanto en el Apertura 2000 como en el Clausura 2001. El viejo Timo lo dejó colgado y al club no le quedó otra opción que dejarlo libre en junio de 2001. Caliente por la desvinculación, el Ruso no se quedó callado y disparó con todo contra el cuerpo tĆ©cnico en una entrevista para el diario El DĆ­a. “No entiendo por quĆ© no tuve una chance, si yo hubiese jugado mal cuando me tocó estar en primera es otra cosa, pero de este modo no sĆ© en quĆ© se basan para tomar la decisión de que no siga en el plantel de Gimnasia. En lo personal me quedo con mucha bronca, porque no tuve las mismas posibilidades que el resto para defenderme, que es jugando partidos, no hay otra manera”. La cuestión es que el rubio defensor debió armar el bolsito y buscar nuevos horizontes. Recibió el llamado de Los Andes, que habĆ­a descendido a la “B” Nacional, coincidiendo con el Cabezón Fernando SĆ”nchez. Su paso por Lomas de Zamora fue bastante intrascendente, participando en sólo quince cotejos. Inmediatamente le surgió una propuesta del exterior, justamente desde Bolivia, el paĆ­s donde habĆ­a tenido un debut inesperado cuatro aƱos antes. No lo pensó mucho, tentado por un sueldo en dólares que le prometieron en el altiplano, y agarró el primer avión. Fue el Blooming de JosĆ© Luis Brown su siguiente destino futbolĆ­stico. AllĆ­ le tocó tambiĆ©n ser compaƱero de un par de argentinos, como el arquero Javier Klimowicz (ex Instituto) y Marcelo Ceballos (volante de gran trayectoria en el ascenso metropolitano) pero su estadĆ­a en Santa Cruz de la Sierra tambiĆ©n fue fugaz y conflictiva. A sólo unos pocos meses de arribar, el Ruso junto a sus compatriotas y varios referentes del plantel (como por ejemplo Limberg GutiĆ©rrez) decidieron automarginarse del equipo en protesta por una reducción del sueldo impulsada por la dirigencia. Por entonces, la medida sorprendió hasta al propio Tata Brown, algo que vivirĆ­a casi de manera idĆ©ntica en su paso por la BH. De esta forma, los dĆ­as de Mansilla en el paĆ­s del altiplano llegaron a su fin. Pegó la vuelta y a comienzos de 2003 apareció Aldosivi en el radar para contar con sus servicios en el Clausura del Torneo Argentino “A”. En el Tiburón se mostró ya con una melena rubia mĆ”s larga y pudo reencontrarse con un ex tripero: Daniel Tony Bertoya. Jugó 13 partidos, todos como titular y marcó un gol, muy importante ya que fue el empate transitorio en las semis de ida del Clausura ante LujĆ”n de Cuyo en Mendoza. En el encuentro de vuelta en Mardel, Aldosivi venció 2 a 1 a los mendocinos pero cayó en los penales 4 a 3. A pesar de que repuntó en su nivel, dejó la Feliz para estar mĆ”s cerca de su familia en La Plata. Por eso aceptó sumarse a Defensores de Cambaceres, que militaba en la Primera “B” Metropolitana. En el club de Ensenada tuvo la dicha (?) de compartir vestuarios con el arquero Julio Chiarini, el veterano volante el Sopa Manuel Santos Aguilar y los juveniles Lucas Oso Pratto y Javier Bicho Rossi. Jugó 23 partidos, anotó un tanto -en un triunfo 3 a 1 contra Platense- y tuvo un cierre de campeonato donde perdió terreno frente a otros defensores. Pero no solo eso, el equipo tuvo una campaƱa flojĆ­sima y zafó del descenso por dĆ©cimas en el promedio. Sus posibilidades de renovar se esfumaron y otra vez debió cambiar de rumbo. Primero estuvo cerca de arribar a HuracĆ”n de Parque Patricios, donde realizó una prueba pero Omar Labruna finalmente le bajó el pulgar. Entonces apareció el llamado de JosĆ© Tiburcio Serrizuela, DT de Independiente Rivadavia de Mendoza. Durante las dos temporadas que el Ruso estuvo en tierras cuyanas, la Lepra mendocina fue de menos a mĆ”s. En la primera, la cual la BH de Carlos Trullet logró el anhelado ascenso a la "B" Nacional, el CSIR se salvó de caer al Argentino "B" tras ganarle una serie a Rosario Puerto Belgrano primero y luego la promoción a Juventud de Pergamino. AdemĆ”s ese torneo le habĆ­a costado la cabeza al propio Serrizuela. El aƱo siguiente, la cosa estuvo un poco mĆ”s tranquila pero tanto en el Apertura 05 como en el Clausura 06 los cuyanos fueron eliminados por Guillermo Brown de Puerto Madryn en los playoffs por el ascenso. En ese torneo tuvo de compaƱero al gordo MartĆ­n Gianfelice, quien unos meses antes habĆ­a estado de paseo en
El Ruso en las inferiores de Gimnasia, Los Andes, Aldosivi, Independiente Rivadavia y en el senior del Lobo.

barrio Parque. Finalmente, en julio de 2006, se dio su llegada al sur de nuestra ciudad. Ben Hur ya estaba inmerso en una profunda crisis económica que se arrastraba por la situación financiera de la Mutual tras el corralito de 2001-2002. Al mismo tiempo, las internas polĆ­ticas dirigenciales tambiĆ©n eran moneda corriente, al punto de que parte de la comisión directiva renunció a mediados de septiembre provocando una fractura institucional. En sĆ­ntesis, un combo explosivo que hacĆ­a tambalear toda la estructura deportiva del club. AsĆ­, mientras concluĆ­a el mundial de Alemania, la BH de Carlos Ranalli iniciaba una pretemporada austera en Corral de Bustos, provincia de Córdoba. Se habĆ­a logrado, con mucho esfuerzo, traer algunos jugadores como los defensores Mauricio Ferrari y Gonzalo Lovera; mĆ”s los volantes Ramón FernĆ”ndez, Sergio Zanabria, el Tano Vella, Fernando MĆ©ndez y el regreso del Jefecito Monay; y los burros delanteros Emerson Panigutti y Cristian Campozano. Cuando se cayó el pase de Elvio Fredrich, apareció el nombre del Ruso como opción. Tras una semana a prueba por el cuerpo tĆ©cnico -donde jugó de stopper y lateral izquierdo-, se le dio el visto bueno quedando como relevo de Lovera, Facundo RodrĆ­guez y Otal. AsĆ­ Mansilla pudo reencontrarse con dos viejos conocidos: Bertoya y el Cabezón SĆ”nchez. Para Ben Hur, la segunda temporada en la "B" Nacional arrancó de una manera nefasta. Fueron siete derrotas en igual cantidad de partidos (Unión, Talleres, San MartĆ­n de TucumĆ”n, Platense, Defensa y Justicia, San MartĆ­n de San Juan y Ferro), estableciendo una de las peores rachas de la historia del club. Para colmo, en la primera jornada se rompió los ligamentos cruzados Diego Restelli y su reemplazante de urgencia, el Beto CĆ©sar GonzĆ”lez (ex campeón de la Libertadores '03 con Boca) sufrió la misma lesión despuĆ©s de tan sólo tres entrenamientos. EstĆ”bamos meados por un dinosaurio y, como era de esperar, el primer fusible que saltó fue el tĆ©cnico Ranalli. Luego de un fugaz interinato de Rudi Viotti (derrota frente a los sanjuaninos como local en la sexta fecha), llegó el Tata Brown a la conducción tĆ©cnica y debió intentar apagar el incendio en Caballito ante Ferro Carril Oeste el sĆ”bado 16 de septiembre. Como Otal y Ferrari habĆ­an sido expulsados en el partido anterior, al ex campeón del mundo no le quedó otra que poner lo que tenĆ­a. Y lo que habĆ­a era bien escaso. AsĆ­ le tocó tambiĆ©n debutar a Mansilla que hasta ese momento sólo cumplĆ­a de cebador de mates sparring en las prĆ”cticas. Lo bueno (?) es que por lo menos el DT ya lo conocĆ­a de su paso por Blooming. El Tata dispuso un bondi bajo el arco esquema conservador para buscar aunque sea un mĆ­sero puntito, con una lĆ­nea de cuatro en la que el Ruso actuó de lateral izquierdo y un medio repleto de volantes de contención. Pero ni todas las cĆ”balas bilardianas del flamante entrenador alcanzaron. El equipo habĆ­a arrancado mejor, como en varios de los anteriores partidos, pero en la primera llegada del local terminamos sacando del medio -gol de Monje-. Antes que finalice el primer tiempo, Ferro liquidó la historia, aprovechando otra desatención de la defensa en una pelota parada, con un tanto de Akerman. Cuando reaccionamos ya era tarde. Mansilla redondeó un debut para el olvido, a tono con el rendimiento del resto de sus compaƱeros. Se pasó toda la tarde mirĆ”ndole el nĆŗmero a los jugadores de verde que le pasaban cerca y coleccionó su primera amonestación. En las siguientes dos jornadas -nuestro homenajeado estarĆ­a en el banco de suplentes sin ver minutos- el equipo logró detener la "hemorragia" (un empate ante Chaca de local y triunfo, al fin, en Mar del Plata frente a Aldosivi). El Ruso continuó de suplente en la fecha 10 (no ingresó en la derrota con Olimpo en Rafaela) y reciĆ©n volverĆ­a a ser tenido en cuenta unos partidos mĆ”s adelante (otra caĆ­da, esta vez en Victoria contra Tigre por la mĆ­nima, estando tambiĆ©n en el banco de relevos). SĆ­ reapareció desde el arranque ante la CAI en un sufrido 3 a 2 con uno menos en barrio Parque. Era la primera vez que los hinchas benhurenses podĆ­an sufrirlo verlo de cerca y la confusión con Panigutti -por su aspecto fĆ­sico y sus limitaciones futbolĆ­sticas, claro estĆ”- fueron una constante en toda la noche. Para el clĆ”sico de la decimoquinta en Alberdi, en lugar de Mansilla el Tata optó por otro invĆ”lido defensor: Gonzalo Lovera. Y eso que Ferrari se encontraba suspendido y Otal arrastraba molestias. De todas maneras Ben Hur fue una lĆ”grima esa tarde y la dolorosa derrota 1-4 fue inobjetable. A partir de allĆ­, el Ruso volvió al once titular en cada una de las Ćŗltimas cuatro fechas. Comenzando por una remontada agónica 3 a 3 contra HuracĆ”n, despuĆ©s de estar 1-3 abajo. Previo a ese jueves a la noche, Brown habĆ­a arengado contra sus propios jugadores para pedirles mĆ”s actitud: "Si el problema soy yo, me voy". Ese partido tambiĆ©n significó el primero que se disputó sin pĆŗblico visitante y ademĆ”s sólo presenciado con socios del club local en el fĆŗtbol profesional del paĆ­s. Esto se debió a incidentes, en el fin de semana anterior, durante el clĆ”sico de Avellaneda y por una apretada de la barra de Gimnasia a sus futbolistas para que fueran para atrĆ”s contra Boca, que luchaba el torneo con Estudiantes. Contra Almagro en JosĆ© Ingenieros, Mansilla fue segundo marcador central al lado del Negro Paz. El partido se morĆ­a en un aburrido empate sin goles hasta que llegó un zurdazo al Ć”ngulo de Fredrich -justo aquel que casi fue refuerzo de BH- en el descuento. Ante HuracĆ”n de Tres Arroyos, victoria clave 2 a 0 frente a un rival directo por el descenso, el Ruso prosiguió como zaguero central. Como expresamos antes, mĆ”s de uno lo confundió con Panigutti y las puteadas iban por partida doble para no pifiar. Ese dĆ­a todo el plantel se manifestó que jugaron bajo protesta, ya que la noche anterior debieron levantar la concentración en el Hotel Plaza por una deuda que el club mantenĆ­a con el restaurante del alojamiento. AdemĆ”s el Tata amenazó con irse apenas concluyera el Apertura. "No hay vueltas, cuando termine el partido en BahĆ­a Blanca me voy a mi casa. Hay cosas que no se pueden creer. Me voy porque no estoy cómodo y porque nunca cumplieron con lo que habĆ­amos hablado el primer dĆ­a en el que me hice cargo del plantel", fustigó ante los medios el entrenador. Sin embargo, Brown finalmente acordarĆ­a con NĆ©stor Zenklusen, quien retomarĆ­a el control de la subcomisión de fĆŗtbol, seguir en el cargo en el semestre siguiente. En la Ćŗltima fecha, el domingo 10 de diciembre, Mansilla tendrĆ­a su despedida con la casaca benhurense. Fue un empate milagroso que llegó en tiempo de descuento -2 a 2 con Villa Mitre, despuĆ©s de estar dos goles abajo y jugando muy mal a falta de diez minutos-, que no impidió terminar Ćŗltimos en esa primera rueda. Se venĆ­a una limpieza profunda para el receso por las fiestas y el Ruso, Lovera, Panigutti y MĆ©ndez fueron los sacrificados. Y con muchos mĆ©ritos por sus paupĆ©rrimos rendimientos. Su balance final en Rafaela fueron seis partidos de titular, dos tarjetas amarillas y un carril izquierdo de la defensa que fue una peatonal para los contrarios. En 2007 reapareció, otra vez en el Argentino "A", jugando en La Plata FC. Ese invento de club, creado por el entonces intendente platense Julio Alak, se nutrĆ­a principalmente de fondos estatales futbolistas con pasado en la primera división, sobre todo del Pincha y de Gimnasia. Por allĆ­ pasaron varios "ilustres" como Mauro Amato, MartĆ­n Mazzucco, DesagastizĆ”bal, Gustavo DueƱa y hasta el yorugua MeloƱo (que tambiĆ©n estarĆ­a en Ben Hur) por nombrar sólo algunos. Para Mansilla su estadĆ­a en el equipo no fue la mĆ”s agradable. Tuvo la desagracia de perder la categorĆ­a en una promoción contra Alvarado de Mar del Plata, compartiendo cancha con otro tronco ex BH, el formoseƱo Cristian Campozano. Este serĆ­a su ocaso (?) y el final de su carrera a nivel "profesional". Algunos afirman que continuó despuntando el vicio del fulbo en una liga comercial de la ciudad de las diagonales. Lo que sĆ­ podemos confirmar es que desde 2019 integra el fĆŗtbol senior de su primer amor, Gimnasia y Esgrima de La Plata. Para nosotros verlo en el cĆ©sped del Parque fue una tortura que, afortunadamente, sólo duró seis meses.

1 comentario:

  1. Triste forma de escribir, con algunos datos bastante erróneos, y otros faltantes como que en Rafaela casi pierde a uno de sus hijos, cosa que no tenes por que saber obvio. Evidentemente esto poco te va a importar porque de la forma que escribis o debes ser un campeón del mundo (sin algo tan lindo como la humildad) o ni tu mamÔ te debe haber querido. Pregunta en cualquier lado por el Ruso y vas a ver si alguien te puede hablar mal. Pero bueno, cada uno maneja sus miserias como puede. Por ahí podrías probar con destilar menos veneno y ver si dejas algo bueno en este mundo mÔs que esta nota tan horrible

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