Joaquín Gil, el árbitro para la final con un manto de sospechas por detrás
Ningún hincha de este país, y más específicamente del Interior, debe sorprenderse de los manejos espurios del fútbol argentino. No hay categoría que no esté sospechada de arreglos, arbitrajes tendenciosos y demás condicionantes extrafutbolísticos. Ben Hur ya lo ha padecido infinidad de veces en esta última década, quizás el episodio más recordado fue en las semifinales del Regional 2019 contra Achirense de Entre Ríos y el escandaloso arbitraje del cordobés Gastón Monsón Brizuela. Para esta final por el ascenso, el próximo domingo en San Francisco y frente a Racing de Córdoba, fue designado el controvertido juez de San Pedro Joaquín Gil. La cuaterna será íntegramente bonaerense, con los asistentes Santiago Banegas y Milton Ayala, más el cuarto árbitro Leonel Suárez de San Antonio de Areco. Genera muchísima desconfianza la designación de Gil, un referí que protagonizó múltiples polémicas en diversos partidos del ascenso en los últimos años. El más notorio fue durante la final de la Región Pampeana Norte del mencionado Regional 2019, cuando resultó agredido por un botellazo en el encuentro que Independiente de Chivilcoy le estaba ganando a El Linqueño por 1 a 0. La hinchada visitante, enardecida por el bochornoso desempeño que tenía Gil favorable a los de Chivilcoy, fue acusada de arrojarle una botella de plástico que impactó en el hombre de negro (el juez visibilizaba un corte en el rostro aunque algunas imágenes muestran que el impacto fue en el pecho). El Linqueño esgrimió que el objeto provenía desde las afueras del estadio y no desde la propia tribuna visitante. Más allá de la repudiable e injustificable agresión, el árbitro fue responsable directo en el clima de violencia que desencadenó la suspensión de ese encuentro a falta de 17 minutos para concluir el tiempo reglamentario. Durante el primer tiempo, más precisamente a los 20 minutos, expulsó de manera insólita a Hugo Palmerola de El Linqueño. Esto no fue todo, decidió adicionar ocho minutos más en ese primer tiempo y así Independiente llegó a ponerse en ventaja a los 53 de esa etapa inicial. Días después le dieron por ganado el partido a los de Chivilcoy en los escritorios, desestimando todos los reclamos del conjunto de Lincoln. Anteriormente, Gil había sido acusado de favorecer a Independiente en otros tantos cotejos. Los trascendidos eran que las órdenes venían de "arriba", de la mano de Gustavo Bassi el presidente de la Comisión Arbitral del Consejo Federal y con vínculos con el club de Chivilcoy. También resulta extraño que Racing de Córdoba viene de ser dirigido, en la final de la Región Centro ante San Lorenzo de Alem, por otro juez del norte de la provincia de Buenos Aires: Bruno Amiconi. Este árbitro de la localidad de Salto, es otro de los "amigos de la casa" de Bassi y también tiene polémicos antecedentes. El más trascendente fue en 2017, por el Federal "B", cuando recibió una golpiza -junto a los líneas- por parte de un grupo de hinchas de Juventud de Pergamino en un encuentro que disputaban precisamente con Independiente de Chivilcoy. En la reciente final zonal en Córdoba, Amiconi expulsó a dos futbolistas catamarqueños antes de los 25 minutos del complemento, cuando el partido todavía estaba igualado en cero. Esto generó la bronca del club catamarqueño. ¿Qué pasará el domingo a las 17,10 en San Francisco? Imposible determinarlo pero se vuelve a abrir un manto de sospechas enorme. Los favoritismos en el poder están. Lo que ya no quedan dudas es que los partidos en Argentina se juegan dentro y fuera de la cancha.
FOTO: Diario Democracia.
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