Lorenzatti rememoró el ascenso a la "B" Nacional
El paso del tiempo hace valorar en su justa medida lo que pudo conseguirse en el recorrido por la vida. Lucas Lorenzatti era un chico cuando en esa temporada 2004/05 Ben Hur logró el ascenso a la entonces B Nacional y hoy, al cumplirse 15 años, celebra desde el relato las emociones y recuerdos de esos días que tuvieron su epicentro el 15 de mayo de 2005.
"Creo que lo que se consiguió con Ben Hur en el ascenso a la B Nacional, como se dio y la clase de jugadores y equipo que había, fue el logro más importante que tuve en mi pequeña carrera en el fútbol. Fue un momento muy lindo, aparte potenciado por la edad que tenía, solo 18 años. Además, haber hecho todas las inferiores en el club y haberla luchado desde abajo, el sentimiento que tengo por esa camiseta es algo indescriptible y eso potenció que sea uno de las conquistas más recordadas. Ben Hur es gran parte de mi vida y de mi corazón, esa es la realidad", manifestó con un toque inevitablemente emotivo quien hoy es uno de los poquitos futbolistas en actividad de ese equipo.
Ante la consulta de cuáles fueron las principales virtudes que para él permitieron ese ascenso, recordó que "fue un conjunto de cosas que tuvo este equipo para ascender. Era un grupo muy unido tanto dentro como fuera de la cancha, hablo de la edad de un pibe aunque llevaba un par de años en el plantel. Nos defendíamos siempre, nos apoyábamos era y un grupo joven, que buscaba la gloria mas que nada. Muchos también que venían a dejar su marca en Ben Hur, jugadores que querían seguir manteniendo su exitosa carrera como Darío Cabrol, el Negro Paz, no me quiero olvidar de ninguno. Querían seguir teniendo logros importantes y ese hambre de gloria, mas el grupo que fue fundamental, fueron las grandes virtudes de este equipo".
ESPEJOS DE ESE PLANTEL
Consultado sobre quiénes habían sido sus referentes de ese plantel, expresó que "era un gran grupo de grandes jugadores y personas. Estaba lleno de referentes: Tony Bertoya, al Alemán Emmert, Paz, Miguelito Monay, Darío Cabrol, el Tucu Fontana, eran muchos. Pero lo que puedo decir es que siempre todos los chicos me han respetado, me han dado mi lugar a pesar que recién arrancaba mi carrera. Eso sí, como referente de la posición que jugaba, siempre me fijaba en Darío, un jugador excelente, de gran clase y trataba de siempre de aprender con él. El otro que me fijaba mucho era Suligoy, también un delantero extraordinario y además una gran persona".
LA CONSAGRACIÓN
En las finales con Aldosivi no pudo estar en la cancha aunque sí entre los convocados. La calidad del plantel hacía difícil encontrar un hueco. "En las finales contra Aldosivi viajamos 18 jugadores (pero planilla firmaban 16 en ese momento), a mí me quedó quedar afuera con Piru Gandín en Mar del Plata y acá en Rafaela quedo afuera también, me parece que con el negro Wander (De Almeida). Era complicado entrar, un poco por mi edad aunque Carlos (Trullet) confiaba también en mi y lo mismo mis compañeros, pero el equipo en si mantenía un nivel altísimo. Sin el apoyo de todos no habría podido ser partícipe con mi granito de arena de este gran logro".
Luego completó sus sensaciones afirmando que "esos 15 días de las finales, lo mismo que anteriormente en diciembre de 2004 ante Desamparados, fueron hermosas. Lo que se vivió en el viaje a Mar del Plata, el ascenso acá con la cancha repleta, inolvidable".
Finalmente, ante la pregunta si se ve algún día volviendo a la BH en la función que sea, respondió que "como jugador la veo lejos porque estoy en los últimos años de mi carrera, y como técnico no me veo por ahora, aunque sí me gustaría hacer el curso. Hoy en día no me siento con la capacidad para estar adelante de un grupo de jugadores de fútbol, será porque todavía me sigo sintiendo un poco jugador. Pero ojalá que algún día la vida me deje devolverle a Ben Hur, a lo mejor siendo técnico, lo que uno pudo darle dentro de la cancha".
FUENTE: La Opinión.
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