Fue historia: el Parque alquilado

Para cualquier hincha el estadio de su equipo es considerado su segunda casa y, para algunos fanĆ”ticos, tal vez signifique mĆ”s que su propio hogar. Sin dudas la camiseta, el escudo y la cancha son los sĆ­mbolos mĆ”s representativos de un club. Justamente ese lugar tan “sagrado”, punto de encuentro de una pasión, a veces puede ser profanado (?). En el fĆŗtbol argentino no resulta extraƱo encontrar casos de equipos que han “prestado” o alquilado su cancha a otros, incluyendo a clĆ”sicos rivales. Hasta los cinco grandes clubes de la Argentina registran localĆ­as invertidas. Pero esta vez recordaremos las ocasiones en que nuestro estadio Parque, escenario de los mĆ”s importantes logros del club en los Ćŗltimos 25 aƱos, fue “rentado” para partidos que no protagonizó Ben Hur. Empecemos por la primera vez, que ocurrió el domingo 5 de mayo de 2002, cuando fue sede de uno de los dos cotejos de desempate para la permanencia en el Torneo Argentino “A”. Parece un trabalenguas pero la garcha de organización del Consejo Federal ya era habitual en aquella Ć©poca la situación era la siguiente: aquel campeonato estaba conformado por dos grupos (“A” y “B”), donde los dos Ćŗltimos de cada zona descendĆ­an (cuatro descensos directos en general). A su vez, los otros cuatro peores equipos (dos de cada grupo) que inmediatamente les seguĆ­an en la tabla de posiciones, tendrĆ­an que cruzarse para disputar un desempate que definirĆ­a un quinto descenso y quiĆ©n iba a la promoción con uno del Argentino “B”. En la cancha de Estudiantes de RĆ­o Cuarto jugarĆ­an los dos penĆŗltimos: San MartĆ­n de TucumĆ”n y Cipolletti de RĆ­o Negro. El que perdĆ­a descendĆ­a y el restante iba a una de las promociones. Mientras tanto, en Rafaela se enfrentarĆ­an Gimnasia y Tiro de Salta con Aldosivi de Mar del Plata, para definir cual se aseguraba la permanencia y quiĆ©n tendrĆ­a que revalidar en la segunda promoción ante San Cristóbal Ɓngel Gallardo de Santa Fe. AsĆ­ fue que, esa frĆ­a tarde dominical, arribaron un centenar de hinchas desde la Feliz y la Linda para dirimir al menos malo de los dos. Los simpatizantes de la Mojarra marplatenses ocuparon la popular lateral este (hoy popular local), con ingreso en la Avenida Williner, mientras que los salteƱos se ubicaron en la popular sur, donde por aquellos dĆ­as La Barra del Sur se situaba. No era casualidad la disposición ya que, en aquel entonces, los hinchas del Albo y del Lobo mantenĆ­an buena relación. El cotejo fue arbitrado por el rafaelino RubĆ©n Trucco ValdĆ©s y finalizó 2 a 0 favorable al Tiburón, con los goles de Javier Gómez y Eloy Bernaola. Esa fue la primera vez que Aldosivi pisó el cĆ©sped de nuestro estadio. Su regreso serĆ­a el 15 de mayo de 2005, en la recordada garchada que les pegamos final de vuelta por el ascenso a la “B” Nacional. Los Ćŗnicos
futbolistas que estuvieron en ambos cotejos fueron JosĆ© Solaberrieta (autor del gol del descuento ante la BH), David GarcĆ­a Lorenzo y el propio Javier Gómez. Casi dos aƱos despuĆ©s, mientras Ben Hur goleaba 3 a 0 en Jujuy a Talleres de Perico (dos goles de Ariel Suligoy y el restante de Emmert) por el Argentino “A”, el domingo 8 de febrero de 2004 el Parque albergarĆ­a un nuevo encuentro sin la presencia del dueƱo de casa. Esta vez el inquilino serĆ­a el club mĆ”s fracasado de la ciudad 9 de Julio, que debió medirse con Textil MandiyĆŗ de Corrientes por la segunda fecha del Argentino “B”. Esto se debió a que el Feriado tenĆ­a su cajón de manzanas cancha destinada a acoger (?) un evento mĆ”s importante: una carrera de Midgets del Litoral. ¿Cómo vas a transformar tu cancha en una pista de tierra? ¿Sos boludo o sos del 9? El partido desarrollado en el sur fue un autĆ©ntico bodrio y finalizó sin goles. Los correntinos retornarĆ­an al Parque reciĆ©n en diciembre de 2016, para disputar la primera final por el ascenso al Federal “A” contra el equipo conducido por Gustavo Barraza. PasarĆ­an tres aƱos para que el Parque sea otra vez utilizado por clubes forĆ”neos. Ocurrió especĆ­ficamente el martes 8 de mayo de 2007, sólo tres dĆ­as despuĆ©s del inolvidable polvazo triunfo de Ben Hur ante AtlĆ©tico (gol de Bustos), con Talleres de Córdoba ejerciendo la localĆ­a por la "B" Nacional. ¿A quĆ© se debió la inusual presencia de la T? Ese fin de semana los cordobeses no podĆ­an utilizar el estadio Chateau Carreras ya que serĆ­a escenario del Rally Mundial. Como la propia cancha del albiazul, la Boutique, no estaba habilitada por AFA debieron barajar diversas alternativas. Instituto no quiso prestarle su estadio tras los incidentes provocados por los hinchas matadores cuando

fueron locales allí, justamente ante Atlético algunas semanas antes (luego sufrió la quita de tres puntos). Jugar en Racing de Nueva Italia significaría hacerlo a puertas cerradas y en el Gigante de Alberdi, cancha de Belgrano, era imposible. A esto había que sumarle la imposición de la policía cordobesa de no garantizar la seguridad si no se jugaba en el hoy llamado estadio Mario Alberto Kempes. Por eso, Talleres no tuvo otra opción que recurrir a alternativas alejadas de la Docta. Encima el club se encontraba inmerso en una crisis institucional sin precedentes (en quiebra y administrado por un fideicomiso), que repercutía en la difícil situación deportiva que atravesaba el conjunto de Salvador Capitano. El combo explosivo se completaba con la violenta puja por el liderazgo de la hinchada, entre las facciones de Las Violetas y La Fiel. Después de considerar jugar en San Luis (en el Juan Gilberto Funes) y San Francisco (cancha de Sportivo Belgrano), surgió la idea de hacerlo en Rafaela, aprovechando que en la jornada siguiente debían visitar a Unión en Santa Fe. Primero pensaron en el estadio de Atlético, pero la policía de la Unidad Regional V lo vetó ya que enfrente del Monumental se encuentra la escuela Normal, con la consiguiente salida de los alumnos a la hora del partido. Hecho que implicaba correr demasiados riesgos. Así se decidió hacerlo en el Parque donde la logística, por su cercanía a la ruta 34, resultaba mÔs adecuada para la división de las dos facciones de la hinchada cordobesa y su desconcentración. Finalmente unos 1.800 hinchas tallarines arribaron a barrio Parque Ilolay donde, dependiendo a qué grupo de la hinchada pertenecían, debían ingresar por Avenida Williner o Estanislao del Campo. En el campo de juego, algo deteriorado tras el clÔsico rafaelino, el partido fue muy atractivo. Talleres goleó 5 a 3 a Villa Mitre, dejando a los bahienses virtualmente condenados al descenso directo. El trÔmite fue cambiante y con múltiples errores de ambas defensas. Así la T quebró una racha de 19 partidos sin triunfos (en ese momento la peor de su historia en el fútbol profesional), tomó aire en los promedios y, paradójicamente, perjudicó a la BH que volvía a caer en la promoción. MÔs adelante, el Lobo debería revalidar la categoría -exitosamente- contra Guillermo Brown de Puerto Madryn. Por último, llegamos al viernes
25 de noviembre de 2011. Esa noche, los putos del 8+1 9 de Julio volverĆ­a a pedir la casa de papĆ” para recibir al AtlĆ©tico ParanĆ” por la decimotercera fecha de la primera fase del Argentino "B". Esta vez no habrĆ­a ninguna carrerita de Midgets que impida la utilización de su propia cancha. Entonces, ¿cuĆ”l era la razón? El domingo 27 debĆ­an realizar la 5° edición de la Promoción Societaria que habĆ­a sido suspendida, por mal tiempo, el fin de semana anterior. La murga conducida por JosĆ© Restelli no pasó de un pĆ”lido empate a 1, donde Sergio Chitero (ex Ben Hur) los vacunó marcó el tanto de los entrerrianos. AdemĆ”s del delantero, los paranaenses contaban en sus filas con otros dos ex BH, el arquero AgustĆ­n Bossio y el veterano goleador JosĆ© Luis Marzo. Pero lo mĆ”s destacado de esa noche, fue la "multitud" -contada con los dedos de una mano- que acompañó al "9". Demostrando lo que verdaderamente son: un centro vecinal equipo chico.

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