Editorial: Lejos de lo esperado

Los rostros cabizbajos tras el partido del domingo son una definición de la primera rueda que acaba de terminar. Ben Hur cerró esta mitad del campeonato como lo había comenzado, perdiendo. Irregularidad es la primera definición que puede hacerse del rendimiento del equipo. Los números son claros: 9 partidos jugados, 4 victorias, 2 empates y 3 derrotas. Pero otro factor alarmante es la falta de gol de un conjunto que no genera pocas situaciones de riesgo. Sólo 9 tantos anotados en igual cantidad de cotejos, sabiendo que la diferencia de gol también es un aspecto importante a la hora de determinar posiciones al final de un torneo. Además, frente a los rivales de mayor calibre y que luchan arriba -Rivadavia, Puerto San Martín y Atlético San Jorge-, la BH sólo pudo sumar un punto. Se han perdido partidos que estaban controlados en tiempo de descuento y se sufrió en exceso para derrotar a rivales netamente inferiores. Aún así quizás lo más preocupante haya sido el flojísimo funcionamiento grupal, más allá de circunstanciales pasajes de buen fútbol en ciertos encuentros. Es real que el armado del equipo sufrió muchísimas modificaciones y tal vez la campaña de 2016 hizo que la vara esté demasiado alta. Las salidas de Emir Izaguirre y Marcos Cordero, dos piezas fundamentales, no justifican las pobres actuaciones del Lobo ya que con ellos en cancha también decepcionó el equipo. Gustavo Barraza, que el año pasado logró amalgamar nombres y esquema para que Ben Hur llegue a pelear un ascenso después de mucho tiempo, este certámen decidió cambiar de módulo y los futbolistas tampoco le respondieron desde el rendimiento. El Negro, hasta el momento, ha fallado en potenciar a sus dirigidos como sí lo había logrado el pasado torneo. Los "refuerzos" que se trajeron no han estado a la altura de lo esperado dejando entrever una muy mala elección de los mismos. Dos de los cinco jugadores que llegaron a barrio Parque Ilolay, Marcos Torres y Gastón Salmerón, ni siquiera han sido tenidos en cuenta más allá de alguna lesión que aquejó al primero de ellos. Futbolistas como Montero, con paso reciente en "B" Nacional y Federal "A", o Udrizard vieron más minutos en cancha pero sin poder dar la talla de reemplazar al Tato Autino o Gastón Palma por nombrar sólo dos de los pilares que tuvo Ben Hur el año anterior. Buenanueva, lateral por izquierda, jamás pudo hacer pie en su posición mostrándose un punto de debilidad constante para la defensa benhurense. Su gol, el pasado domingo, quedó empañado por su tonta expulsión sobre el final del cotejo. Esto nos llevaría a otra definición: la mala conformación de la plantilla. La idea no es buscar responsables del mal momento sólo en aquellos que llegaron y debieron adaptarse a un nuevo club. Lamentablemente tampoco han rendido en su mejor nivel los que ya estaban. Eso está claro y hubo poca autocrítica. Estamos en la mitad del río. Con la posibilidad tanto de cruzar y llegar a tierra firme, como de terminar siendo arrastrados por la corriente. A pesar de que restan muchos puntos en juego, el encuentro del próximo domingo sabe a final, ante un rival clave y podría definir las chances futuras. Es hora de que el equipo despierte y muestre desde la actitud el primer paso para volver a reencontrarse con el objetivo de ir progresando en el campeonato. Todavía hay tiempo. Esperemos que lo aprovechen.

FOTO: Sitio oficial Ben Hur.